Casos como el de Lukas Verzbicas, que por un atropello en bici los médicos llegaron a decirle que no sabían si iba a ser capaz de volver a andar. Cómo de duro tiene que ser ésto para una persona que es una de las grandes promesas del deporte multidisciplinar, que no ha concebido su vida sin el deporte y que es lo que sabe hacer desde que daba sus primeros pasos. Sólo unos meses después, Lukas ya vuelve a entrenar con normalidad a ritmos que muchos no haremos jamás y ha vuelto a ganar pequeñas carreras para seguir con el sueño olímpico. O Markel Irízar, que tras superar la muerte de su padre tuvo que luchar contra un cáncer y logró cumplir su sueño de ser ciclista profesional. El pasado 2012 tras recibir el alta médica, consiguió dejar atrás la dichosa enfermedad.
Cito estos nombres por poner cara a las miles de historias anónimas que día a día tienen que enfrentarse a ésto. Así te das cuenta que faltar a una carrera, o a 20, es incomparable a casos de este tipo. Por ello, hemos de seguir adelante, apreciar lo que tenemos, cuidarlo, y disfrutar al máximo de cada momento.
A un nivel meramente deportivo Helen Jenkins, a la que una lesión en el Aquiles la tuvo un año y medio fuera, habla sobre las lesiones. Cuando disfrutas con lo que haces; nadando, pedaleando y corriendo, una lesión te hace ver todavía más la suerte que tienes. El placer de ir mejorando, de llevar tu cuerpo al límite, compartir entrenamientos con tus amigos, viajes, carreras... Hace que cuando vuelvas, aprendas y des un punto más.
"El dolor físico se supera, lo difícil es superar el aspecto anímico. Desde la lesión he vuelto siendo mejor. Son cosas muy difíciles de superar, pero el secreto es darte cuenta de lo mucho que el deporte significa para ti. Me encanta lo que hago, por eso la opción de abandonar no existe.
Claro que siempre habrá contratiempos en el camino, pero intento aprender de ellos."
Helen Jenkins.
Bicampeona del mundo de triatlón.
Un abrazo.
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