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domingo, 5 de octubre de 2014

Crónica Triatlón Skoda Málaga

A diferencia del SerTri de hace dos semanas, llevaba el mismo poco entrenamiento, pero sí que llegaba al día de la competición más descansado y sin ninguna locura en las piernas en los días anteriores. Se me hizo muy raro competir a las 18:00, pues estuve todo el día hecho un flan. Los momentos previos los pasamos viendo el olímpico, que ayudó a disipar un poco esos nervios. Por desgracia, Álvaro estaba en la segunda salida, así que no compartiríamos carrera, aunque sí lo haría con su padre Antonio y con los González, una alegría después del calvario de Nacho este año y un orgullo compartir los colores de Irontriath con ellos.

Carrera para 300 participantes, natación en U, con el cielo nublado y el mar algo movido. Salida en falso, y en los primeros metros intento seguir la estela de Ignacio, aunque entre la espuma y los golpes, pronto lo pierdo y hasta la primera boya sólo puedo hacer kárate. Hasta la segunda boya se hace eterno, las olas y el cielo nublado hacen que no tenga referencias y me limito a ir a ritmo y a buscar unos pies para no forzar el codo más de la cuenta y finalmente ser el 26º en tocar tierra. Encaro una transición eterna entre los gritos de ánimo de los míos que no fallan nunca. El pasillo no se acaba, llevo las piernas de madera y las sensaciones son iguales que hace dos semanas, "¿qué hago aquí?".

Salto en la bici, y llevo un grupo delante que no voy a poder coger, así que me calzo en marcha sin prisas y será cuestión de tiempo que me acabe engullendo algún grupo. Así es, vamos unas siete unidades y me llevan con el gancho y a un buen ritmo. En el giro del Carpena se me van unos metros, bajo un par de coronas, aprieto los dientes y cundo me quiero dar cuenta ruedo a 45km/h y no consigo enlazar. No sólo me han reventado las piernas, también la cabeza, voy vacío y empiezan los pensamientos negativos y aún queda más de la mitad de la carrera. Me rehago un poco, al final voy gestionando mejor los grupos y llego a la T2 relajando un poco, hubiese sido muy diferente si llego a aguantar aquel primer grupo, faltan muchas horas en el sillín.

Transición sin tráfico, y salgo a correr fuerte a verlas venir. El último trago al bidón me ha sobrado y llevo un flato jodido pero consigo ir en ese puntito de ir sufriendo y no dejarme llevar. Voy pasando triatletas y nadie me adelanta, que me da un punto de moral. Cuando pensaba que estaba corriendo rápido me cruzo con cabeza de carrera que me pone los pies en la tierra, con Ramón Ejeda volando, o Nachete apretando dientes enrabietado después de meses en el dique seco, esa es la casta de un campeón. La segunda vuelta es calcada, aquí es cuando me lo paso bien. Últimos 500m, escucho la que era la voz de Esteban animarme, y al girarme se me nubla la vista, ya voy con lo puesto. Se me cambia el gesto en la cara, piso la alfombra el 33 de la general, y se acabó. Hoy tocó sufrir más de la cuenta, y verdaderamente contento de salvar el día, con tanto apoyo duele menos.


Ahora ilusionado y motivado al máximo para empezar la que espero que sea una temporada de verdad, acondicionar al cuerpo y disfrutar entrenando. De nuevo, muchas gracias a todos por venir sólo para animar, no sabéis la fuerza que da.

@kickecr

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